Como cada año, llega el otoño a nuestro bosque andino patagónico y se transforma en un increíble paisaje de colores, donde los rojos, naranjas y amarillos de las lengas y los ñires se mezclan con las hojas verdes perennes de los coihues.
A lo largo de nuestra cordillera, desde Neuquen hasta Ushuaia, recorremos caminos entre cascadas, ríos y lagos que aportan a este paisaje su belleza, estos lugares se transforman gracias a la calidez de los colores que nos otorga el otoño.
Estas montañas rodeadas de bosques nos brindan un entorno adecuado para disfrutar de caminatas, deporte de montaña, rafting, cabalgatas o la pesca deportiva.